miércoles, 26 de febrero de 2014

Economía de Mercado

Un mercado es una institución a través de la cual, todos los compradores y los vendedores pueden comunicarse entre sí. Determina conjuntamente sus precios y cantidades. Los mercados se caracterizan por el libre intercambio, la toma de decisiones descentralizadas, la especialización y la división del trabajo.

Podemos considerar, pues, la economía de mercado, llamada también economía de libre mercado o simplemente economía libre, es como aquella forma de organización económica en la que las decisiones de naturaleza económica son el resultado de una multiplicidad de comportamientos individuales, tomadas libremente a través del mercado por medio de un sistema de precios. Para Adam Smith (defensor de la economía de mercado y precursor de la moderna economía), existe una mano invisible que proporciona un cierto orden en el sistema económico, de tal modo que la actuación egoísta del  individuo buscando su propio interés conduce, sin que éste sea su propósito, al interés de la sociedad. Por ello, toda intervención del estado es considerada perjudicial en tanto que rompe el orden natural existente.

La economía de mercado presenta aspectos complejos dado que en el mercado intervienen muchos y variados factores, actuando en el, el operador económico en conjunto con otras voluntades en una competencia abierta y recíproca. Esta economía está estrechamente vinculada con el capitalismo, las relaciones de intercambio se organizan a través del mercado.

Se presentan aspectos complejos dado que en el mercado interviene muchos y variados factores, actuando en el, operador económico en conjunto con otras voluntades en una competencia abierta y recíproca.

Podríamos decir, que la geografía es un factor que debe tomarse en cuenta al explicar variaciones en las tasas de crecimiento económico, puesto que los países tropicales están desventajados a este respecto. Esta conclusión pesimista, sin embargo, tendría que matizarse con una sana dosis de pragmatísmo: la ubicación geográfica es un hecho inalterable, y no hay nada que pueda hacerse al respecto, aunque sí se puede lograr mucho en términos de los otros determinantes del crecimiento económico. El "castigo por tropicalidad"' puede superarse, por ejemplo, promoviendo políticas que incrementen el grado de libertad económica. En los países tropicales, por tanto, el argumento en favor de la libertad económica es aún más fuerte que para el caso de países no-tropicales.

El estudio económico del mercado, involucra muchos aspectos físicos del territorio de los cuales los países deben pasar por alto para lograr las metas estipuladas en sus economías.